¿Tú eres un comedor o un sembrador?

Quiero compartirles algo que sucedió una vez mientras ministraba en Decatur, Texas, en la Iglesia “Rivers of Life” donde mis buenos amigos, Greg y Janice Mohr, son pastores. Tuvimos reuniones maravillosas con muchas sanidades, con personas siendo salvas y bautizadas en el Espíritu Santo. En la última noche, después de tres servicios, el Pastor Greg animó a las personas a dar una ofrenda especial para nuestro nuevo edificio. 

En primer lugar, estoy asombrado de que un pastor animará a su iglesia a dar en grande para un ministro de paso. La mayoría de los pastores verían esto como dinero que sale de sus iglesias. Pero el Pastor Greg es un hombre de integridad, y él sabe que dar es la llave para recibir. Gloria a Dios por los hombres y mujeres de Dios que tienen corazones puros. 

Él estaba animando a esta multitud de más de 300 personas a dar $100,000 dólares para nuestro nuevo edificio. Hizo referencia a 2 Corintios 9:10 y enfatizó que Dios provee semilla a los sembradores. Sabía que la gente no tenía esa cantidad de dinero en ese momento, pero dijo que, si se comprometían a ser sembradores, Dios les daría las finanzas para sembrar. 

Para poner el ejemplo, Greg y Janice se comprometieron a aportar $1,000 dólares de sus propias finanzas para el edificio. No tenían el dinero en ese momento, pero estaban dispuestos a dar cuando el Señor les diera la semilla. Se comprometieron a dar cuando Dios proveyera. 

A la mañana siguiente, pasé por la iglesia a recoger mis materiales, y el Pastor Greg estaba muy emocionado. Él tenía cinco terrenos que llevaba tres años intentando vender. A las 8 de la mañana de ese día, recibió una llamada diciendo que los terrenos se habían vendido. ¡Gloria a Dios! ¡Una respuesta rápida a la oración! 

Greg me dijo que esto no sólo era algo para Janice y él, sino que pensaba que había muchos de mis asociados en la misma situación. Ellos querían ser parte de conseguir este nuevo edificio libre de deudas, pero simplemente no tenían el dinero que deseaban dar. Me dijo: "Si se comprometen a sembrar algo de dinero en este proyecto, el Señor les dará la semilla para sembrar". 

Desde aquella ocasión, estuve reflexionando mucho en lo ocurrido y siento que el Señor ha aumentado mi revelación sobre la siembra de finanzas. Quiero compartirte algo de esa revelación. 

2 Corintios 9:10 dice: 

"Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia

Este versículo dice que Dios da semilla a los sembradores y pan a los que comen. Estos términos están siendo usados metafóricamente para hablar de como Dios da extra a las personas que son dadoras y suple las necesidades básicas de los consumidores. 

Los consumidores son los que primeramente usan sus finanzas para sus necesidades. Los sembradores son aquellos que usan sus finanzas para dar a otros. Se trata de la actitud del corazón hacia el dar. Aquellos que desean más dinero para tener más "cosas" son consumidores. Aquellos que desean más dinero para poder dar más son sembradores. 

Por supuesto, los sembradores también tienen que comer. Así que, si tú eres sembrador, a medida que el dinero fluye, siempre hay más que suficiente para ti. Pero aquellos que solo buscan satisfacer sus necesidades, solo van a satisfacer sus necesidades y no tendrán la abundancia que viene al ser un sembrador. 

Esto responde a muchas preguntas. Los consumidores siempre están enfocados en lo que necesitan, y, por lo tanto, Dios no les da en abundancia. Simplemente lo van a gastar en ellos mismos. Solo dos versículos antes del versículo que estamos estudiando, Pablo dijo: 

"Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;" 

Nota que la razón por la que Dios hace que la gracia abunde para contigo es para que puedas abundar para toda buena obra. La prosperidad no es para ti. Es para que puedas bendecir a otros. Esta es una forma de pensar radical. 

Muchas personas creen que la prosperidad se trata de codiciar, y por eso se oponen a ella. Pero la verdadera prosperidad bíblica es para que puedas ser una bendición para otros. La actitud que dice "Tengo suficiente. No voy a pedir más" es la actitud equivocada. Es egoísta. Esto muestra la actitud de un consumidor, no de un sembrador. 

Si eres un sembrador, Dios te bendecirá con abundancia de finanzas que suplirá con creces tu necesidad y te permitirá dar como deseas. 2 Corintios 9:10 dice que Dios da semilla a los sembradores, por lo que es correcto decir que si estás corto de semilla (finanzas), entonces no estás sembrando como deberías. Dios se encargará de que los sembradores tengan dinero para abundar en toda buena obra. 

Efesios 4:28 dice, 

"El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad." 

Este versículo dice que la razón por la que debemos trabajar es para poder dar a los que tienen necesidad. ¡Esto es asombroso! La mayoría de la gente diría que la razón por la que debemos trabajar es para poder pagar nuestras cuentas y proveer para nuestras necesidades. Pero eso no es lo que dice este versículo. El propósito de que trabajemos es para que podamos bendecir a otros. 

Alguien podría pensar: "Pero ¿qué hay de mí? ¿No quiere Dios que yo sea bendecido?" Por supuesto que sí. Pero el camino a la bendición no está en tratar de satisfacer tus necesidades. Está en satisfacer las necesidades de los demás. 

Mateo 6:33 dice: 

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." 

Cuando anteponemos la siembra por delante de consumir, Dios se involucra en nuestras finanzas y satisface todas nuestras necesidades. De hecho, Dios cuidará mejor de ti que tú mismo. Sólo mira lo que el Señor está preparando para ti en el cielo: vivirás en una mansión, las calles están pavimentadas con oro puro, las puertas son perlas, y los cimientos de la ciudad son piedras preciosas. Nadie en la Tierra vive con tanto lujo. Dios es El Shaddai, no ‘El Tacaño’. 

Lo que obstaculiza la mayor parte de nuestra prosperidad es el hecho de que tendemos a ser consumidores en lugar de sembradores. Somos como una presa que quiere bloquear el flujo en lugar de un río que deja pasar el agua. Si Dios puede mandar dinero a través de nosotros, Él nos lo enviará. Esta es una verdad poderosa. 

Si cuando ves todos tus bienes y posesiones, dices: "Yo conseguí todo esto", entonces todavía no has aprovechado la abundancia de Dios. Cuando pones el reino de Dios primero, el Señor te prosperará sobrenaturalmente. Y será abundante. 

Jamie y yo hemos regalado muchos carros. No lo hicimos para recibir otros carros. Lo hicimos porque somos sembradores, y nos gusta bendecir a la gente. Es mejor dar que recibir. Pero a medida que ponemos en primer lugar el reino de Dios dando a los demás, Dios cuida sobrenaturalmente de nosotros. Ha habido personas que nos han comprado carros nuevos durante los últimos 14 años. Y son carros buenos; de hecho, son mejores de los que nos hubiéramos comprado si hubiéramos estado limitados a nuestros ingresos personales. 

Hay gente que me critica por conducir carros buenos. Pero ¿qué se supone que debo hacer, rechazar los carros que me regalan y gastar más dinero en un coche no tan llamativo para parecer humilde? Eso no es humildad; eso es insensatez. 

Cuando Dios se involucra en tus finanzas, te dará pena ver lo bendecido que eres. Si no te da pena la manera en que Dios cuida de ti, entonces todavía no has entrado en la abundancia de Dios. Nuestro Padre se complace en bendecirte (Salmo 35:27). 

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